dimecres, 4 de juny del 2008

El final del Primavera

La última edición del festival reunió a 59.300 asistentes, 3000 personas menos que el año pasado. Los organizadores entienden que esta bajada de público se debe a la masificación de conciertos en la ciudad. La oferta ha crecido, Primavera Sound debe competir con Summercase, Sónar y otros festivales a nivel estatal.
El mal tiempo es otro de los factores que podrían haber influido. Y es que una de las pegas del evento es que la organización no se hace responsable de factores climáticos que impidan disfrutar de los conciertos. No sólo no se devuelve el dinero sino que no se propone una fecha alternativa. Sólo los seguidores más fieles están dispuestos a perder los setenta euros que cuesta la entrada (la un día) en caso de que la lluvia interrumpa la jornada.
El jueves se concentraron en el Forum de Barcelona 19.200 personas, el viernes 20.100 y el sábado otras 20.000. Portis Head, el plato fuerte del festival que tocó el segundo día atrajo a los amantes del tripohop. El grupo de Bristol tocó el sábado llenó el palacio de congresos del recinto.
El número de público extranjero ascendió. Si el pasado año las citras estaban en el 20% ahora ya son el 45% de los asistentes. Nacionales extranjeros aseguraban que la causa real de la bajada del público se debía a un cartel un tanto pobre en comparación con años anteriores donde grupos como PJ Harvey, Placebo o The Kinks atraían a un mayor número de seguidores. Para muchos no era la mejor edición del primavera.
La importancia de la fuente muchas veces reside en el interés de la misma. El de la organización está en vender, el del público escuchar buena música. ¿Cuál es la finalidad de un Festival de estas características?



¿Seguirá el Primavera en el Fórum?

Consistorio y organización han mantenido durante el último año disputas a tenor de la legislación que prohíbe celebrar eventos al aire libre más allá de las 3:30 de la mañana. Las persistentes quejas de los vecinos de la zona consiguieron que la ley se hiciera realidad el pasado mes de abril. Siendo tan cercana la fecha de los eventos el ayuntamiento decidió hacer una excepción para este año con: la Feria de abril, el Primavera Sound, el Festival Summercase y La Mercè. Permitiendo que finalizasen a las 5 de la mañana. Algunos de los asistentes creían excesiva esta medida e incluso valoraban de insuficiente la hora de cierre.
Pese a que la zona se encuentra en el límite de la ciudad, al lado de San Adrián del Besos la gestión corre a cargo de la entidad barcelonesa BSM, debe acogerse a la legislación que impone la casa consistorial.

Tras tirar por tierra la propuesta de que los conciertos no superaran los 90 decibélios, este año los escenacios estaban colocados de modo que ninguno de ellos distorsinara el sonido de los demás. Encuanto a la potencia de la música, Alberto Guijarro, director del primavera encontraba la propuesta indignante. Y es que para él "las cosas o se hacen bien o no se hacen".
Para el año que viene la localización del festiva está en el aire.

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