divendres, 30 de maig del 2008
Cuando el periodismo es noticia
dimarts, 27 de maig del 2008
Espécimen Rajoy
Hoy hace un año Rajoy, Aguirre y Gallardón salían al balcón de la calle Génova para celebrar la victoria que sus votantes les habían otorgado en las autonómicas y municipales de mayo de 2007. Con las manos entrelazadas Gallardón sugería al líder popular que saltaran para contentar a sus fieles. Todos reían. Como los carniceros de Bodies, hoy los líderes del PP en la ciudad y comunidad de Madrid, y el estado español parecen haber olvidado lo bien que se llevaban entonces. Poco a poco van sumándose las voces que reclaman a trozos parte del espécimen. Del espécimen Rajoy.
Es el caso de Elorriaga, el jefe de Comunicaciones de la casa popular, que pide su cabeza sin miedo a crear una escisión definitiva y entendiendo que es mejor cortar y empezar de cero. El ex presidente, el presidente de las FAES, aquel que lo puso en el trono, pide sus articulaciones: pretende que le paren los pies ahora que con sus manos no puede sujetar las críticas internas. Esperanza Aguirre simplemente aguarda. Poco a poco va chupándole la sangre al que otrora respaldase. Espera que el desgaste, o la hipotensión, hagan caer a su líder por sí sólo. Gallardón es uno de los pocos pulmones que le queda a Rajoy y sus declaraciones son para él como un soplo de aire limpio. Fraga, cuya edad no es propicia a los cambios, pide por su memoria, en su opinión el líder debe ser incuestionable hasta el congreso. Y los duros con su espantada le han ido despellejando a tiras.
Más allá del cuerpo de Rajoy se han desprendido no una sino dos almas que se transmiten hasta los fieles a través de dos voces de la conciencia independientes. Algunos podrán regirse por la voz de la razón. Otros se considerarán gente de mundo. Lo que está claro es que el desmembramiento del líder popular afecta y divide los planteamientos de un partido. Algunos pensamos que los cambios son positivos, especialmente para una oposición anquilosada. Nos decepcionamos cuando gente como Cascos pretende olvidarse de “acercar su ideario al centro para apostar por seguir las ideas liberales y del humanismo cristiano”. Aún así podemos llegar a creer en la regeneración de un ideario que huele antiguo, casi agrio. Aunque temo una regeneración de sangre por otra aún más “vieja”, nunca hay que conformarse con aquello de más vale malo conocido... No se ofenda el líder popular por las “rajadas” de sus camaradas. Para que haya revolución debe correr la sangre. Lamento que sea la suya señor Rajoy.
diumenge, 11 de maig del 2008
Mayo de 68 sigue vivo en boca de su mayor detractor
Los motivos de este levantamiento eran múltiples: el imperialismo estadounidense, el gaullinismo, el capitalismo… En general todas las formas de autoritarismo. Incluso aquellas de la izquierda anquilosada se ponían en duda. Era una revolución contra las costumbres, la ortodoxia y el autoritarismo y a favor del relativismo. La revolución no terminó de triunfar. La derecha siguió gobernando Francia durante 13 años. Pero del ideario del 68 se desprenden el reconocimiento de derechos como la libertad sexual, la de las mujeres, la educación continuada, etc.
Nicolas Sarkozy en su campaña de 2007 prometía terminar con la anarquía que se vivía en la periferia de la capital francesa con mano de hierro. Para él todos sus ideales eran herederos de Mayo del 68. Ideales que había que erradicar. En un principio parecía que sólo quería restarle votos al candidato ultraderechista Jean-Marie Le Pen. No se trataba sólo de eso. La del 68 es una filosofía contra la que luchan ahora todos los fundamentalismos, tanto el Vaticano como Bush o como los islamistas. Sarkozy es el mejor ejemplo de ello. Hace unos días frente a sus fieles reafirmaba lo nocivo de ese movimiento. Pese a que la revolución murió en menos de un mes sus ideas siguen viviendo. Aunque sólo sea en boca de su mayor enemigo.
dissabte, 10 de maig del 2008
Ciclón de reponsabilidad
Myanmar vive estos días uno de los peores episodios de su historia. El Tifón Nagris ha arrasado su orografía dejando tras de sí 22.000 muertos y 40.000 desaparecidos. Cifras que podrían alcanzar los cien mil cadáveres si en los próximos días no se trata de poner remedio a la precaria situación de esta región birmana. Las noticias del número de fallecidos y desaparecidos han provocado que occidente se lleve las manos a la cabeza. Hoy la ONU continúa sus gestiones para poder ayudar a los supervivientes. Ofrece ayuda y personal experimentado para paliar el efecto del Nagris. La junta militar birmana, encabezada por Than Shwe, cierra sus fronteras a los expertos de occidente. La ayuda se acumula en Bangkok. Birmania vive sumido en el régimen militar desde 1962. El secretismo de fronteras para adentro es lo que impide a quien gobierna permitir que expertos de la ONU se paseen por sus tierras estudiando la situación y, quién sabe, apoyando una revuelta popular en contra del ejército. El ciclón no sólo ha levantado la tierra y los cimientos de Myanmar sino la tiranía imperante desconocida por los ciudadanos de a pie, los occidentales, que vieron en sus pantallas algunas imágenes de manifestaciones y tiroteos el año pasado. Ahora todo son prisas. La ONU intenta hacer entrar en razón a la junta Birmana haciéndole responsable de los muertos que están por llegar. El ejército ha llevado a cabo un referendo que les otorgará un gran poder en el congreso y, por ende, la perpetuación de su sistema. ¿acaso no es evidente que llevar al pueblo a las urnas en un estado sin derecho no es un paso hacia la democracia, tal y como vendía la Junta? ¿dónde estaba la ayuda occidental cuando el pueblo birmano escogió legítimamente a Aung San Suu Kyi y el ejército no tuvo en cuenta los resultados? Sí, es cierto. En 2007 Gambari, enviado especial de la ONU, se reunió con la Junta y con la líder de la oposición Suu Kyi (que lleva 20 años de arresto domiciliario). Incluso tuvimos a bien, nos, pueblo avanzado, otorgarle un Nobel de la Paz. Pero todo sigue igual. Si jugamos a ser dioses, a señalar con el dedo, a ayudar cuando se nos necesita, a castigar y a premiar no tenemos derecho a la hipocresía. Sí, a Shwe no le importa ver morir a unos miles de personas más para perpetuar su poder. 22.000 muertos se los ha llevado la madre naturaleza. 44.000, que pueden llegar, la madre patria. ¿Sobre cuántos de ellos somos nosotros, semidioses occidentales, responsables?
Rubén González